Los miembros
de un equipo de trabajo son como los empleados de una empresa; si están
dispuestos a trabajar juntos, en lugar que uno en contra de otro, habrá más
posibilidades de que tu trabajo tenga éxito. Evaluar el trabajo de tu grupo
implica encontrar los problemas existentes en cuanto a la comunicación y al
flujo de trabajo y resolverlos tan pronto como sea posible. Empieza evaluando
el trabajo en equipo actual de los miembros.
Evalúa cuáles son tus expectativas y cuáles son
los requisitos que necesitas. Puedes incluir la cantidad de objetivos que
desees, como facilitar los procesos internos, incrementar el rendimiento de
trabajo, reducir el remplazo de personal y motivarlo. También puedes hacer que
tu grupo sea reconocido por desarrollar labores en equipos eficientes y profesionales. Escribe
todas las ideas, sin comprometerte innecesariamente, sin juzgar, ni burlarte de
las sugerencias.
Mantén una lista confidencial de todos los
aspectos que planeas modificar; en esta etapa servirá para ver cómo puedes
mejorar los procesos, como por ejemplo encontrar maneras de implementar mejores
técnicas de trabajo. Luego,
toma en cuenta las formas en las que puedes implementar estas ideas. Recurre a
esta lista después de seguir los siguientes pasos.
Sé pragmático, de modo que si, en el mejor de los casos, el equipo de trabajo ya es bueno, los integrantes estarán contentos y no existirán problemas evidentes, entonces no habrá razón alguna para cambiar por el simple hecho de cambiar.
Habla con los miembros del equipo. Primero en grupo, y luego de
forma individual, así podrás conocer sus impresiones, inquietudes, objetivos y
ambiciones con respecto a sus progresos y obstáculos en sus trabajos y puestos,
en lo referente al ambiente de trabajo y a sus experiencias.