Una de
las formas más sencillas para llegar a una amistad auténtica es aprender a superar
conflictos y problemas. Y para eso, los expertos de nos enseñan algunas reglas básicas
para que la amistad se fortalezca haciendo mucho más sencillo el
perdonarse cuando ha habido disputas o evitando situaciones que a la larga se
pueden prestar para malos entendidos.
Una de las primeras recomendaciones es ser tú mismo. Para la gran mayoría de adolescentes es una lucha constante el mantener su originalidad, su identidad; sobre todo cuando se forma parte de un grupo en el que el líder ordena y deshace a su antojo.
Una de las primeras recomendaciones es ser tú mismo. Para la gran mayoría de adolescentes es una lucha constante el mantener su originalidad, su identidad; sobre todo cuando se forma parte de un grupo en el que el líder ordena y deshace a su antojo.
Pese a
ello, los chicos suelen mantener algo de su propia personalidad, esto es lo que
debemos buscar en nosotros y potenciar, de modo que podamos mostrarnos honestos
y auténticos. Lo importante es que seas fiel a tus propias
ideas y
opiniones.
Asimismo, es bueno que nos mantengamos alejados de los chismes, especialmente de
los que hablan mal de nuestros propios amigos. Por ello, si es algo que te
preocupa, no lo cuentes a los cuatro vientos, sino que es preferible
consultárselo a él o ella antes que a nadie.
Ponte en
su lugar, pensando cómo te sentirías tú en su lugar. Lo más probable es que te
gustaría que tus amigos, lejos de criticarte o hacer circular el chisme, te defiendan y te apoyen
abiertamente.
Por
último, hay que tener cuidado de devolver los pequeños favores que desinteresadamente nos ofrecen
nuestros amigos, como prestarnos una chaqueta, un libro y hasta un hombro sobre
el cual llorar.
Si te los
acaban de prestar, recuerda lavar las prendas antes de devolvérselas, y del
mismo modo, si te han prestado un texto, cuídalo, pues ello significa que los
aprecias mucho.